ELEGÍA
Tú
quisiste descansar
en
tierra muerta y en olvido.
Creías
poder vivir solo
en
el mar, o en los montes.
Luego
supiste que la vida
es
soledad entre los hombres
y
soledad entre los hombres
y
soledad entre los valles.
Que
los días que circulaban
en
tu pecho sólo eran muestras
de
dolor entre tu llanto. Pobre
amigo.
No sabías nada ni llorabas nada.
Yo
nunca me río
de
la muerte.
Simplemente
sucede
que
no tengo
miedo
de
morir
entre
pájaros y árboles.
Yo
nunca me río de la muerte.
Pero
a veces tengo sed
y
pido un poco de vida,
a
veces tengo sed y pregunto
diariamente,
y como siempre
sucede
que no hallo respuestas
sino
una carcajada profunda
y
negra. Ya lo dije, nunca
suelo
reír de la muerte,
pero
sí conozco su blanco
rostro,
su tétrica vestimenta.
Yo
no me río de la muerte.
Sin
embargo, conozco su
blanca
casa, conozco
blanca
vestimenta, conozco
su
humedad y silencio.
Claro
está, la muerte no
me
ha visitado todavía,
y Uds.,
preguntarán: ¿qué
conoces?
No conozco nada.
Es
cierto también eso.
Empero,
sé que al llegar
ella
yo estaré esperando,
yo
estaré esperando de pie,
o
tal vez desayunando
La
miraré blandamente
(no
se vaya a asustar)
y como
jamás he reído
de
su túnica, la acompañaré,
solitario
y solitario.
Que bonito
ResponderEliminarSi
ResponderEliminarcorrige la parte de "es soledad entre los hombres
ResponderEliminary soledad entre los hombres" es solo una vez
Ya estamos diciembre y aún no lo corrigen.
ResponderEliminarya estamos 2021 y aun sigue el error.
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