El niño, que entusiasmado por la idea
quedarse con la mayor parte de los dulces, al ver un frasco lleno de estos,
metió su mano con el fin de sacarlos de un tirón.
Tomó lo que más pudo, pero cuando trató de
sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo.
Estuvo largo rato tratando de salir
airoso, pero por más que trataba, no podía. Como tampoco quería perder aquellos
dulces, lloraba amargamente su desilusión.
Un amigo que había estado cerca de la
escena y visto lo ocurrido con el niño le dijo:
-No te hagas problemas y confórmate
solamente con la mitad y podrás sacar la mano con los dulces-.
***
Moraleja:
Nunca
trates de abarcar más
de
lo debido, pues te frenarás.
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