miércoles, 26 de marzo de 2014

FLAVIA COSMA Y SU POEMA



Flavia Cosma

TIGRE HAMBRIENTO

Mis párpados caen pesados
sobre las desveladas noches.
Tu pensamiento me husmea
como un tigre hambriento.
Querría sumergirme en el sueño, como en un
profundo bautismo,
despertarme después mirando siempre solo hacia adelante,
pero cuando veo lejanamente
aviones tiesos inmovilizados en el suelo,
las sombras aguardan en silencio.
Una astuta inquietud nos tienta a ambos,
tú quieres huir pero no puedes renunciar,
mientras tanto yo tomo una heroica decisión
—  pero nunca cumplida—
la de cambiar el vacío
en una eternidad sin color.
Amanezco, viuda de tí.


EL VERANO IMPOSIBLE

 Fermentado, el aire se hace ciénaga;
olea como si la ciudad
se hubiera movido, como por hechizo
al borde de un lago.

Las aves pescadoras, de plumas hinchadas
se adormecen en pavimentos calientes
las fuertes fragancias  nos transportan brutalmente,
a las orillas de  otros continentes.
Con el pensamiento volvemos a ver los turbios lagos
las pieles doradas, respirando el deseo
cielos blandos, anaranjados, azules
profundas tristezas, vastas llanuras.

Puente en el mundo
ese amor extranjero
me arde salvajemente
con su gran ausencia.

 LA SOMBRA DEL TIEMPO

 También a ellos les llegan
la vejes y la muerte.

Y unos enterraran a los otros
a la sombra de famosas ruinas,
pues todo concluye
al tiempo en que lo conoces.

Aunque se dijera que inmortales
los hibiscos florecen sin cesar,
sus flores son lascivas, ensortijadas
al esperarme llenas de nostalgia
desde hace más de un año.

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