MARCO MARTOS
Nació en Piura, en 1942. Poeta, crítico
literario y catedrático principal de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. En 1967, ganó el primer Premio en los Juegos Florales de la
Universidad de San Marcos. En 1969, ganó el Premio Nacional de Poesía con
su libro de poesía “Cuaderno de
quejas y contentamientos” y en 1984, fue
Jurado de la Casa de las Américas. En 2000, fue Decano de la Facultad de
Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. OBRA POÉTICA: “Casa nuestra”, 1965; “Cuaderno de quejas y contentamientos”, 1969;
“Donde no se ama”, 1974; “Carpe diem”, 1979; “Muestra de arte rupestre”, 1990; “Cabellera de Berenice”, 1991; “Leve reino”, 1996; “El mar de las
tinieblas”,1999;“Sílabas de la música”, 2002; “El monje de Praga”, 2003;
“”Jaque perpetúo”, 2003; “Dondoneo”, 2004; “Aunque es de noche”, 2006.
CABELLERA
DE BERENICE
Todo
el tiempo me parece un sueño
que
camina, sale de sus mares naturales
y entra en la vida causando asombro.
En
tu sonrisa percibo el encanto que
ejerces
y el desencanto tuyo, por ahí,
en
una veta profunda;
Tú,
tan concreta, tan evanescente,
(esas
contradicciones)
es
en el dolor donde mejor
te
muestras. Te he visto sufrir,
Berence,
¡y de qué manera!,
pero
has estado serena en esa oscuridad,
y es que tienes luz propia
y
para ti no hay negro pozo.
He
aquí mi utopía y mi trabajo:
llegar
a tu centro.
Tengo
el convencimiento de ser
quien
más te conoce, pero ésta
es
mi sabiduría verdadera:
permanezco
en los umbrales
donde
me encegueces, mas conservo
los
otros sentidos muy atentos
a lo
que acontece con tu figura,
gusto, tacto,
oído, aguzados;
¡cómo
hueles, Berenice,
tu
olor jamás lo equivoco!,
ni
tu voz suavísima,
ni
la piel que te contiene
y es tu límite.
Este
es mi gusto:
permanecer
a tu lado,
definirme
como un hombre
de
tu bandería,
por
eso llevo tu aura,
te
tomo de la mano,
me
anudo contigo,
viajo
en tu cabellera
por
los espacios siderales.
CASA
DE PENSIÓN
Al
final de la frente
ya
me están llegando
las
cosas que diariamente hago:
subir
las escaleras,
pisar
el suelo mármol,
convivir
con siete perros
y con otros diminutos animales,
y ver la cara
ver
la cara y los gestos horripilantes
de
marías cretinas
que
ortigas debían llamarse.
DEL
AFECTO
Mi
afecto
no
necesita probanza
porque
lo sientes día a día
y sabes que alrededor de ti
he
organizado
toda
mi vida.
EL
PERÚ
No
es este tu país
porque
conozcas sus linderos,
ni por el idioma común,
ni
por los nombres de los muertos.
Es
este tu país,
porque
si tuvieras que hacerlo,
lo
elegirías de nuevo
para
construir aquí
todos tus sueños.
Maestro
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