martes, 24 de junio de 2014

GUSTAVO ARMIJOS y sus poemas.



SUPERMERCADO
La luz remoja mi vida como ramos de flores en el horizonte
y  te lames desolada en un pequeño supermercado de Plaza Manco  Cápac.
De nuevo, parezco revivir entre lechugas y hortalizas
desordenadas  palabras en un cuento de hospital marginal
cuando invento un sueño ridículo como erupción volcánica
entrecierra sus manos para atrapar el dinero
y  cierras tus ojos de golondrina que ahueca el horizonte.
Estás solitaria en medio del gentío
más allá del universo que no entiende
el paso de tus días bordados en el alma.

MALESA
La seca maleza caída sobre el agua estancada
y árboles a lo largo de todo el sinuoso camino.
Los objetos que parecen estatuas inmóviles
empezamos a despertar arrebatados ante el sol turbulento.
Primero miro y luego invento el chasquido del viento
para lavar la belleza de la mujer que un día amé.
Un gato apaleado por el canto de aves cantoras
cuando ya no cae el granizo de la nieve de la quietud
mostrando una falsedad llena de avaricias
la hermosa arquitectura del abedul me detiene

analizo los pasos de un geómetra y me voy con  impetuoso lamento.

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