martes, 9 de diciembre de 2014

MANUEL PEDRO NAVARRO VÁSQUEZ y su poema "Marea"

Poeta Manuel Pedro Navarro
¡MAREA!

¡Que hay!  
De la voz de aquellos ojos ¡Testigo de mi descalzo! 
En los brazos de un mar de cruces 
que levantaron sus manos al frio follaje. 

¡Que hay! 
 De aquella la sabía mirada  
¡Mirada sentada ante la lumbrera de su propio espejo! 
Espejo que guarda aquel enojo 
que destripa el hambre en los bolcillos. 
del silencio de una meza 

¡Que hay! 
 de aquel que observa un rostro sonreír  
mientras en él el punto oscuro. 
acecha al impío e injusto 
La razón anteponerse al placer y al desorden  
que reprende su fría mirada ¡Ante el enojo de su espejo! 
Más allá de su quehacer 

¡Que hay! 
De aquella carne que se hincha y sus pasos se detienen 
a la distancia que no alcanza el bastón 
que entristece a la solo sonrisa a punto de morir 
ante el recuerdo por llevar. 

¡Que hay! 
De aquellos miles y millones de generaciones.  
Testigo de mi descalzo 
líbrame aún más lejos de  mis transgresiones 
Apártame del escarnio del insensato y de aquella mirada en el espejo 

Dejadme  
y tomare la fuerza ante mi propia partida 
y agradeceré a este buen día 
que no les cabria la duda 
por ese buen proceder 
y si Dios a de adornar con aureolas al rostro en el espejo  
por el resto de la vida y más allá de la muerte 
ha de ser al buen proceder  
que en todo tiempo tuvo misericordia en él  
ante el poder que fuisteis investido 
Y si Jonás se atrevió a desobedecer a Dios

¡Terrible fue su dolor! 
Llevándose  a la sepultura de vida  
el vómito  de un arrepentimiento en él  
 ¡Aquí morimos todos sin llevarnos nada! 
A no ser ¡Vuestro arrepentimiento! 
Tan solo para la eternidad en el silencio escuchado 
y destejido en la lumbrera malva amortajada 
bajo los mares de tus ojos.

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