lunes, 26 de enero de 2015

JORGE ESPINOZA SÁNCHEZ y su poema "El pelida cabalga sobre un antílope celeste"

Poeta Jorge Espinoza Sánchez

EL PELIDA CABALGA SOBRE
UN ANTILOPE CELESTE


Sátrapas, celosos de sus prodigios, decidieron
eliminar al ungido: ya no serìa el pèlida. De su
apostura y sabidurìa los tiempos no tendrían pergamino
alguno, en oscuros deleites arrojarían a Orfeo a las frías
comarcas. Un antílope celeste ejecutaría la sentencia.
Eunucos de delicadas pieles enarbolaron el martillo
encantado de Thor, las doncellas espartanas
entonaban mantras.
Los versos de Apollinaire conmo vieron a los olímpicos,
fabulosos titanes galopando sobre rayos atravesason
las montañas bañando en agua fúnebre a la canalla.
Los verdugos, sodomizados por los gigantes entregaron
cacareando la cítara encantada al poeta.
Desde entonces, brahamanes disfrazados de mendigos
trinan bailando boleros cada noche con la muerte.
                                             (Del libro Papiros de Tiresias)

JULIO APONTE y su poema "Pájaros de alas quebradas".

Poeta Julio Aponte

PAJAROS DE ALAS QUEBRADAS

Amanecían degolladas las obstinadas mariposas
que volaban sin descanso a travez del sueño
de los «pájaros
de alas quebradas»
y de ojos de mirada tediosa
pájaros que van ensayando una desenfrenada locura
y caen
y van cayendo a travez de la lluvia
arrastrando sus alas al mar fangoso del olvido
sólo el hombre seguirá su rutinaria búsqueda
de los pájaros que arrastran en sus picos
un raro y espantoso maleficio
que no venga nadie que nadie venga
a esta búsqueda vana e insostenida
las mariposas mueren carbonizadas
en los hilos destruidos de los telégrafos
sólo se escucha el batir de alas de pájaros moribundos
que vuelan torpemente con sus ojos sangrantes
vuelan enloquecidos en los agujeros negros de la locura
palabras, sombras, flores que se escapan
por las notas de un piano del siglo XVIII
cuyo estruendo quema sospechosamente
las plumas de los pájaros que vuelan prendidos de una visión celeste
en las mañanas de sol las aves pasan a mirarse en el "espejo de agua"
donde se filtra una luz silenciosa
y discurren luciérnagas luminosas
súbitamente estallando sus cuerpos envueltos en llamas
permanecen en el suño gozoso de la tarde
y en el eco resquebrajado de los caracoles de mar
«El mar canta el desgarramiento de su espuma»
su canto fino delicado rompe con los hilos
dorados de una araña inexistente
en las hojas temblorosas de un hualtaco*
dos escorpiones fustigados por el sacrificio del deseo
quedan maravillados por la violencia carnal
saben que como «ostras de fuego
desaparecerán de la vida
para permanecer eternamente en la muerte»
En la tranquilidad de la noche
los alacranes escarban y escarban
con sus uñas los espacios
del sueño
descienden tumultuosamente
se precipitan al abismo
y permanecen mudos en el descendimiento de una lágrima
que rueda
cantando
el himno al amor
o la canción del herrero del alba.


MAX DEXTRE y su poema "Gracias por el fuego"

Poeta Max Dextre

  GRACIAS POR EL FUEGO
Gracias Whitman 
Inmenso camarada 
Gracias Basho 
Pasaste por mi vida 
Como el viento del Fuji 
Gracias Gerardo de Narval 
Tu locura me salvó del suicidio 
Gracias Rimbaud 
Por ayudarme a cruzar el infierno 
Gracias José Asunción Silva 
Porque me enseñaste a sublimar el deseo 
Gracias Rilke 
Tiene usted razón 
Hay que haber estado al lado de los muertos 
Antes de escribir un verso 
Gracias Borges 
Por ayudarme a seguir el camino 
Gracias Valéry 
Porque hiciste de mi vida poesía pura 
Gracias Mario Florián 
Por la música
Gracias Dante 
Porque me hiciste conocer a Beatriz 
Gracias Ricardo Rivas Martino por el ejemplo 
Gracias Edgar Allan Poe 
Cuando me enteré que te habían encontrado 
Muerto sobre un banco cerca del puente del 
Puerto de Baltimore en 1840 
Comencé a escribir poesía.

MARÍA DEL CARMEN ULLOA y su poema "Gema"

Poeta Pocha Ulloa

GEMA

Ser genuina como una gema.
Ser ave que besa tu vientre
y se apodera de los cimientos
entre las castañas de tus pupilas,
entre los marfiles de tus dientes.

Gema como todas las gemas,
poderosa, pulida y brillante,
altiva, serena y famosa;
ser ópalo, zafiro y rubí,
diamante, esmeralda y jade;
ser todas las gemas
que bordas tu alma gemela
y engastarnos como amatistas,
agua marina, topacio, crisoberilo
y en un solo espíritu fundirnos
como turquesa, turmalina, granate,
y tener tu perfume a heliótropo
amándote como lazulita.

JUAN CARLOS LÁZARO y su poema "El beduino"

EL BEDUINO

Desde hace veintiún días
No he vuelto a mirar el mar,
No he escrito un poema
Ni he tenido un amor
En todo este tiempo.
Pienso que la espuma blanca,
Habrá subido hasta las peñas,
Que los maremotos habrán borrado
Las islas,
Que estarán los puertos
Inundados y sin marinos.
Oh desolación!
Desde hacen veintiún días
Mis ojos solo ven
Desiertos naturales y tiendas.
La guerra no ha pasado
Por aquí todavía...

GUSTAVO ARMIJOS y su poema "Muchacha Italiana en Oscuro Peregrinaje"

Poeta Gustavo Armijos


Muchacha Italiana en Oscuro Peregrinaje
Vi una muchacha en un
mercado tan parecida a
ti que me dio un vuelco
el corazón ay mi vida
James Laughlin
Solo en el tiempo el futuro sería una canasta de manzanas

         en una ciudad en ruinas.

Cada cual puede tras unas campanadas descubrir una visión

         de mujeres eternas

por las calles de Italia.

Anunciando los proverbios acerca de la lluvia y el mar.



Cada cual sirve lo poco que tiene que servirse

a oscuras o defendido por la luz de una linterna.

¿Has visto a un demente dormido cerca a un furgón mortuorio?

¿Has visto titilar en medio de la oscuridad a un genio beat?

¿Has visto a los perros colies acarrear el césped?

¿Has escuchado la risa lastimera de una amante traicionada?

¿Has mirado al elegante acróbata colgar de la red protectora?



Entonces comprobé que sus palabras eran rituales

                 Ayer estaba en la estación

                 de Bolonia y un italiano

                 le preguntó ¿Dónde queda el Perú?

y un ataque de paranoia lo puso pálido frente a la parada del metro

algunas ramas tiernas en el pozo del paraíso.

Ahora alcé la cabeza sobre un perrito de felpa

encima de un mantel blanco una lámpara de cristal

                 nítidamente castigada

como si llorara tambaleante ante la tristeza de mirar

                 El Golfo Di Génova

reventado como trineo acuático en el mediterráneo.



Esa palidez fluorescente de guijarros destrozados ante las redes

ferroviarias que me acercan y alejan del juramento espiritual

en los mercados donde la abeja mielera tiene el cuello hinchado


de tanta pasión amorosa.

JAVIER HUAPAYA y su poema "Ensueño en el bosque"

  ENSUEÑO EN EL BOSQUE


Sobre la cresta del vaho silencioso

El mirlo exhala su perfume.  En la zaga

De los páramos: Se escucha el canto

Del bosque

y el sol lleno de música

Se desgrana suavemente sobre las hojas

Del cerezo.  En el verde manantial

Las burbujas se aproximan a la superficie

Redondas pulidas de encanto.

He contemplado el gramado de la aurora

Convertirse polvo y polen en el oro

De la tarde.  Hacia el fondo el agua

Parpadea en llamas y devora aves plateadas

Y el sol cae en la alcancía azul de la tarde.

Inesperadamente: el lago se mancha de finas

Pinceladas.  El viento sopla y se acantona

En las mejillas de las amapolas

Y se vuelven sonrosadas como el agua.

Se ha desatado el inocente perfume

De las rosas

y ha tocado

Los resecos racimos del viento.



SILVIA ORTIZ y su poema "Altiva alma vuelve"

ALTIVA ALMA VUELVE

Sobre el mar, tus ojos
y en la envoltura
casi a pocos tu alma
día y noche, cuadros
sobre otros cuadros
la luciérnaga de amores vanos,
en el mar envuelve horas sobre sus olas.
Concibo tu caricia
con la lluvia y el universo en mi habitación,
niños sonríen a viva voz,
jolgorios nuevos detienen mi puerta,
laberintos esquivos,
que diría yo.

Quiero vivir confiada bajo la plenitud y el alba,
vivir en Dios en el vientre de mi madre,
creer en la alegría eterna
luz desde un balcón cualquiera,
y desde mis ojos y otros más, el llanto de mil niños
sobre paneles ausentes, murallas sin tiempo.
Leve abrigo sobre mi vientre,
y yo, allí me quedo, sin palabra,
sueño que a lo lejos sueños son,
pergamino mordaz sobre mi espíritu
y en las olas, el cielo estéril.
                    (Del libro Los nudos de la noche)


PEDRO ESCRIBANO y su poema "Lima no es una golondrina entre lod dientes"

LIMA NO ES UNA GOLONDRINA ENTRE LOS DIENTES

Mientras que las gaviotas ensucian sus alas en los cielos de Lima,
azules, las carretillas bajan por las avenidas como las aguas de un río.
Algunas se detienen, miran desde las esquinas
y se enrumban hacia parques más cercanos,
pero otras, como la tuya, Santiago, intentan ir más lejos.
Ya no es necesario tener un lamparín en el pecho
para demostrar que somos transparentes.
Señoras y señores exhiben
sus gorduras y sus pescados frescos,
y tú, Santiago, estas brillante como las botellas verdes de tu carretilla,
pero eres uno más en la calle.
Es imposible que ignores que algunos nos miren con espanto
y otros, los más sinceros, con asco.
Pero aquí estamos, Santiago, y somos las aguas de un mismo río,
que inunda el cuerpo gigante de Lima,
vieja ciudad, desde Pizarro y su santo Santiago, el primero,
que fue matamoros en la historia de historia de España,
que fue mataindios en estas tierras humildes.
El barbudo y sus compinches nos dieron de azotes,
nos llenaron de sangre la boca y el alma,
y cuando todo parecía indudablemente muerto y perdido,
nuestra memoria se hizo nube elevada
y dejó caer aguas vivas en nuestra garganta.
Como te digo, Santiago, así fue cómo creció el pasto y abundó el ganado
Y Santiago mataindios tuvo que hacerse amigo nuestro,
se puso poncho, se hizo alegría, rayo y horizonte
y desde entonces Santiago se llamaron sus hijos y los hijos de sus hijos,
hasta hacerse este río limpio o sucio, pero cierto.
Ahora que la historia ha dejado de ser noticias de libros y cuadernos
y la memoria es demasiado turbia para conservarla larga y celeste como una cinta,
ahora que el hambre es parte de nuestras nuevas costumbres
y la voz del señor y la señora gorda ofreciendo sus pescados frescos
es una hermosa golondrina entre nuestros dientes;
ahora, que tras siglos de los siglos nos reconocemos, Santiago,
sin ser Santiago matamoros, sin ser Santiago mataindios,
ahora, como en los tiempos de pólvora, seguimos siendo la última pregunta
y porque siempre estamos juntos, Santiago, Santiago, ¡otro emoliente!



RUTH HURTADO y su poema "Puente de Macavilca"

PUENTE DE MACAVILCA

A la ciudad de Sullana,
por su fraterna amistad.


A mi patio
Llegan los mirlos por la tarde
En el sillón desvencijado contemplo
Cómo se mece el silencio
Y me miran las rosas sin espinas
Sangre y fuego su color
Sus pétalos aterciopelados danzan
El baile de la caricia eterna
Sumiéndome en la placidez
Del ensueño.

En mi jardín Se yergue la estrecha palmera
Por sus hojas se desliza la tarde adormecida
Con sus trinos llegan las avecillas
Con el perfume aromado
La fragancia del mango, la ciruela y tamarindo.
En las aguas del río Chira
me quedé prendada de su cielo
Y en un instante fugaz
Aparecí convertida en quimera.

El puende de Macavilca suspira
Mientras el corazón se abre
Dejando salir los mirlos
Desde su jaula
en  cantados.

sábado, 24 de enero de 2015

CARLOS MEJÍA CÁCERES y su poema "Pajarita agonizante"

Carlos Mejía Cáceres


PAJARITA AGONIZANTE

Pajarita agonizante,
no te mueras en mis manos;
si no hubieses confundido
ese vidrio con el viento.

Tus espasmos son sutiles,
y aún te aferras a la vida;
¿ibas sólo extraviada
o querías lastimarte?

Pajarita agonizante,
ya cruzaste aquel enigma;
¿volarás al cielo adormilado
donde yacen los recuerdos?

No trinaste en mis oídos,
no cruzaste en mis miradas;
¡ Que difícil conocerte
cuando mueres en mis manos!

Pajarita agonizante,
hoy estás bajo este mundo;
en mis sueños me repites
que tu vida ha sido intensa.

ENRIQUE VERÁSTEGUI y su poema "Adagio de leopardo con flor en las garras"



Poeta Enrique Verástegui

ADAGIO DE LEOPARDO CON FLOR EN LAS GARRAS

Gira lentamente la noche
y el leopardo es una belleza aún
perfectamente agresiva en un conglomerado de gente
Tiene el leopardo su fuego que el mar gruñe
en mis ojos
y hay que saber
recoger verdad por encima de cualquier contingencia
pues emitirla ha sido siempre tan hermoso como percibirla.
Treintaitrés años son una pieza clásica: no un trayecto tan
irreal
como el pequeño volkswagen donde el horror a mi belleza es un
reverso de mi amor a natura.
y el leopardo
es fuego que salta armonizado en músculos, cerebro e impulso.
Sus gruesas uñas son geranios hambrientos clavándose en el
rostro de una época arruinada.
El cerebro es una joya encajada en una cabeza triangular,
sus dientes cuchillos afilados desgarrando horrorosamente
la gacela que traga.
Su garrotazo tiene la furia del universo
pero el pasado es lo que yo desecho a mi paso.
Ponte a buscar precisión en un tiempo lleno de imprecisiones
y sabrás
que los que te odiaron se admiraban
viéndote aún rugir, erguido y tranquilamente colérico,
delicado como flor rapaz deslizándose por estas calles donde
esta terrible energía
era un trayecto armónico y orquestado. Sabrás
que los que te lanzaron largas peroratas como ladridos bajo
las patas del aserrín eran
ahora ceniza y tristeza, irremediable fracaso
como el no haber comprendido esta pureza de tu rugido:
soñé esto y mezclé de todo un poco como en una farmacia
a donde el buen hombre que lo deseara podía encontrar remedios
para su pena. Fui
esta farmacia, o aún todavía un frutero en la noche:
chirimoyas, ciruelas, mandarinas asediadas
por manos sedientas. Todo esto fue, sin embargo, azufre en las
narices
(y se llamaban humanos) de quienes te odiaron
como un libro vanamente deshojado en sus manos ineficientes y
mucho más inelegantes
que este espejo
de mostrador donde desde la barra -té de floripondios, un dulce
de frijol colado- y dándoles la espalda los he contemplado hinchados
y abotargados como un gran corcho en el mar,
rumiando la frustración de lo que no floreció ni pudo florecer
ya en ellos.
Todo lo que ha sido amado creado florido saltó
tan ferozmente como verano gruñéndote su belleza una mañana que
sobrevive.
Nada es sin apoyo de nada y mi leopardo
es un dulce geranio de garras hambrientas.
Su cuerpo es una máquina perfecta en el poema de su rugir.
Cuando se acopla a su hembra el mundo se tambalea.
Tú entonces te desesperas sintiéndome refregar mi pecho
duro sobre tus lomos sudorosos,
una garra en tus brazos, la otra -fuerte
como un garfio -acaricia tus pechos crecidos,
y el falo que te penetra es fuego que rasga tus entrañas.
¿Hay algo más terrible que toda esta perfección de mi música?
No existe jaula para el leopardo que clava su mente en una
pradera con flores.
Unos han dicho que primavera enloquece el corazón
y estos tiempos son todavía intranquilos y absurdos.
Otros, menos inteligentes, proponen destrozar la vida.
¿Nosotros no hemos resuelto ya defender irrevocablemente
nuestro amor como lección de gratitud con el mundo?
El cielo cuando amanece se sonroja límpidamente
y ahora la gente ya sabe que el leopardo soñado como primavera
-su acción es belleza- ha podido modificar la historia.
Toda la incomprensión de este siglo ha sido el altar
donde nuestros corazones se estremecieron sin dejar de florecer
bellamente intranquilos.
Un gorrión que sueña en la tarde no ha podido aún volar
suavemente porque una cosa
ha terminado por significar otra, y el mundo es absurdo.
Y nosotros hemos debido apresurarnos a mantener esta altivez.
He dibujado este fuego de mi leopardo como una máquina simbóli-
ca atreviéndose a jaquear al infierno
ahora cuando el tiempo que precede
a toda cosecha trae siempre un cierto estoicismo, un orden
que permite que todo esté perfectamente acoplado, y en su sitio.
Y evadirse no es una misión del hombre
pero el hombre ha de acechar siempre lo que se opone a sus
sueños. El hombre encontrará
madurez en el arte de comprender que lo viejo,
y no el pasado, se desecha a cada paso, el futuro
que destruye lo viejo es también levemente indefenso.
¿Existe conjunto más hermoso que un equilibrio en sus partes?
He desprendido de esta partitura al ballet
del leopardo cuya comprensión es dulce música
en mi vida, y esta es mi luz como flor pensativa,
brazos desplegándose en este salto de leopardo
cuya estructura son geranios sobriamente brotados en tus manos
ahora que ha girado la noche
y yo he abatido a lo inútil.

                                                             (De Angelus Novus)

GILBERTO ARRIAGA y su poema "Tras el ventanal"

TRAS EL VENTANAL
tras el ventanal,
muchísimas cosas,
"mirando sin ver"
se pueden mirar.
un ave en su vuelo,
que lleva en su pico,
a sus críos comida,
que les sabe rico
un sol luminoso,
que bien hace sombra,
a un árbol frondoso,
que nada le asombra
un jardín de flores,
en el cual adornan,
los bellos colores,
que a él le entornan.
una luna llena,
un cielo estrellado,
y hasta de mi musa,
su rostro añorado.

muchas cosas mas,
allá afuera hay,
que los ojos miran,
"aun sin llegar."

ROBERTO BATISTA PARGAS y su poema "Voy a embriagarme de ti"

VOY A EMBRIAGARME DE TI
Voy embriagarme de ti
contemplándome en tus ojos,
y de tu mirada recojo
el néctar dulce, con frenesí.
Desde el día que descubrí
la dulzura en tu mirar,
no te he podido olvidar
y te metes en mis sueños,
haciéndolos halagüeños
y te comencé a amar.
Te recorro con mi vista
con mirada enamorada,
y esa ansia guardada
de una forma imprevista.
He de lograr tu conquista
y tenerte para mí,
tú me darás pronto el si
o te juro no resisto.
y antes de lo previsto
voy a embriagarme de ti.
Solo sentir el contacto
en mis manos de tu piel,
mi alma llenas de miel
invadiéndome en el acto.
Yo te propongo un pacto
de amarnos sinceramente,
entregarnos en alma y mente
a este amor con frenesí.
para embriagarme de ti
de manera permanente.
Quiero de ti embriagarme
con el calor de tus besos,
y ambos quedemos presos
del sabor que quieras darme.
Con placer yo deleitarme
en esta ansiada embriaguez,
y que una y otra vez
logre mi sueño anhelado
de ti estar saturado
al besar tu tierna tez.


lunes, 5 de enero de 2015

ULISES VALENCIA y su poema "Agarra el sol"

 
Poeta Ulises Valencia


Agarra el sol
Ponlo a tu costado
A tu espalda, en tu delante
Ponlo donde quieras que te alumbre.
Coge el mundo
Ruédalo
Cuántas veces lo desees
Ruédalo
Como creas conveniente.
Arranca la montaña
Te está impidiendo el  paso.
Retírala hacia un lado
Húndela en el mar
¿El mar?
¿Molesta su rumor?
Un vaso de agua, llena el mar
De un sorbo, bebe, bebe
Dejará de molestar.
Agarra tu pasado
Extiéndela en el suelo
Escoge, escoge
Todo lo bueno, escoge
¿Lo que sobra?
En un saco, a la espalda.
Agarra la palabra
Instruye la palabra
Que sepa de guerra
Que sepa de paz
Captura las ideas
Construye pensamientos
Aumenta tu poder
Para ti
Lo finito, lo infinito
Para ti
Lo abrupto, lo desierto
Para ti
Crecen las flores en el campo
Para ti, en fin
Todo lo bueno
Construir, construir, construir
Realidades semejantes a quimeras
¡Esa es, joven, la tarea!

ISAAC SOTO GAMARRA y su cuento "La despedida"

Escritor Isaac Soto Gamarra

Enrique, cariñosamente llamado “Kike” por sus amigos, iba a cumplir sus sueños. El sueño americano. Siempre había deseado salir del país a mejores destinos, como si los destinos tendríamos que encontrarlos en el mercado o en la feria dominical. Cuando más bien el destino es el que nos encuentra.
En buena parte, Kike (para sus amigos), no quería perder la oportunidad  de viajar a los yunaites estais,  esa era la expresión coloquial que usaba para conversar  con sus amigos. De hecho se refería a los Estados Unidos de Norteamérica. La mayoría de sus amigos lo miraba hasta con envidia, por la gran suerte  que iba a tener viajando al país  más desarrollado del mundo. Aunque todavía hay por ahí uno que otro de sus compañeros que le decía: allí lo único que vas hacer es servir de muchacho a los gringos, esos en principio  son racistas y te van explotar y humillar, pero nada de estos comentarios hacía retroceder la decisión que había tomado Kike.

Incluso su padre sacaba pecho por su hijo y comentaba con sus amigos que ahora mejorara su raza porque seguro que su hijo se iba a casar con una gringa. De antemano para que logre este propósito se había prestado cinco mil dólares del banco, seguro de su hijo, iba a llegar al lugar donde llovían los dólares. En tanto, su madre como toda madre, lloraba porque su adorado hijo se marchaba lejos, para sufrir.
Finalmente, los amigos de Kike que estaban de acuerdo en que viaje y los que comentaban en contra, organizaron la fiesta de despedida, un día antes del esperado y soñado viaje.
Casi la mayoría de los compañeros de su promoción y sus amigos de barrio, con quienes Enrique, compartió desde la niñez decenas de aventuras estaban presentes, uno que otro decía que no se olviden de ellos, algunos le pedían que los jale al país de las maravillas, porque estaban cansados del atraso de nuestro país, un país del tercer mundo, según los analistas políticos y los mismos políticos que  se llenan la boca declarando todos los días que nuestra nación es pobre, que no hay riqueza, cuando ellos se llenan los bolsillos con  toda la riqueza que tenemos. No faltó por ahí alguien que tomando coraje con los tragos que tomaban, empezó a vociferar que  sólo los cobardes huyen del país, a servir a los Kára wallpas, que en buen romance significa piel de gallina.    
Todos se carcajearon ante tal ocurrencia y siguieron brindando por el viajero.
Quien había levantado su voz de protesta era el rolanducha, un muchacho rebelde e inconforme con el sistema político y económico que se vive en el país, incluso polemizaba con sus profesores sobre la historia  de engaños que se estudia en esta materia, algunos lo tomaban hasta por tuco. Pero sus ideas no eran tan radicales, solo que no era conformista.
Con el viajero Kike habían discutido muchas veces sobre estos temas, en buena cuenta rolanducha tenía ideas izquierdistas, en tanto, Enrique era de derecha y ponía como ejemplo de país desarrollado y democrático a los Estados Unidos. Llegaban a discusiones acaloradas al punto de quererse agarrar a golpes. Y ese momento había llegado porque en un descuido  de todos los presentes, Kike y el rolanducha se enfrascaron en una pelea. La reunión se dividió prácticamente en dos bandos. Kike gritaba que  esta despedida iba a ser con todo y le iba a sacar la michi a ese huevón del rolanducha. Las botellas, los vasos, las sillas y todo objeto volaban por los aires, hasta que llegó la policía y todos salieron volando.

Uno de los chicos había quedado herido y sangraba. Era del bando de Kike, lo llevaron de emergencia al hospital. Kike en su borrachera: eufórico y rabioso subió al cuarto piso asomándose peligrosamente a la baranda, gritando y pidiendo asistencia médica para su amigo, en un descuido le venció el cuerpo y cayó pesadamente desde el cuarto piso, muriendo en el acto, él y sus sueños.