lunes, 12 de agosto de 2013

GERARDO ARENAZA Y SUS POEMAS


GERARDO ARENAZA OLIVARES
Abogado de profesión y sobre todo poeta. Integró la Comisión Organizadora del I Congreso Nacional de Poetas, UNMSM, 1985.

TARDE SABÁTICA

Este año no debió empezar lo nuestro.
Las hojas secas que cayeron
Desamparadas al frío suelo
Volvieron a nacer
De cuatro o cinco arbolitos
Que sembró una mañana invernal
Mi hermano menor Danilo.
Lo nuestro empezó absurdamente
cumplió su deber el embajador
pero estaba equivocado.
No nos amábamos
nunca lo haremos
mujer serpiente
mujer en la mujer
algo repelente aflora- cuando estamos cerca
uno del otro
y la única vez:
Aquella tarde sabática
tres minutos tres
pudimos estar juntos.
Mejor para los dos
aunque algo duéleme en el pecho
de pájaro con que nací
tal vez una angina
y no dolor de soledad.

Así lo espero ahorita
que almuerzo frugalmente
mientras escribo de nosotros
los últimos copuladores
de la ciudad de San Marcos.

Ah! Nuestro Jardín primaveral
regábamos a diario :
 tú con tus líquidos
de fin de mes
y yo con mi semen juvenil.

El noticiero a lo lejos díseme
la hora de partir a mi habitación
dejar de soñarte: sanmarquina mía
con los ojos abiertos
mirando el techo de mi Estudio
y cambio
mi pensamiento
por el primer libro
de Douglas Hamilton.


ATRAPADO

Somos los héroes
de nuestra propia Historia.
Dudley More.

Estoy como otros
otoños e inviernos
 "atrapado sin salida"
 en "El Siglo de las Luces"
 y con George D. Painter
. y su famosa biografía
 con Isaac Goidemberg
 y su Jacobo Lerner
y como no
"la fiesta del chivo"
 y con Lezama Lima.
No hay tiempo
y leer es escapar
 de estos días miserables
 de las torres gemelas
 y Osama Bin Laden
 de Afganistán
o Saddam Husseim
y la Argentina
de Diciembre
con 25 muertos
y nuevo Presidente.

Es cual mordida de perros
 rabiosos que no podemos evitar
o envestidas de jóvenes Toros
capados con viejas hojas de afeitar.
Así no soporto ni Aztiram:
solamente a mis libros
esos amigos silenciosos
con quienes conversamos los poetas.
Ellos acompáñanme:
ya no me "'digan por quién doblan
las campanas"
ellas doblan por nuestro Cardenal.


POEMA Y OLVIDO

Estamos en guerra silenciosa
por sólo pedirle una cosa.

Ustedes compréndanme.
Cuando estoy disponible
de mi trabajo de estibador
en el puerto más lejos del mundo
en el ombligo de la Tierra
por la ventana del hogar
me acerco para verla llegar o salir.

Pero ya nada conmuéveme
en la ciudad que amo y odio.

Ni la soledad de los fabulosos grillos
ni alegría de los jóvenes
ni mi rostro reflejado
en la luna posterior
de mi Mazda marrón: dos puertas
Sport automático año 2,000.

Ya nada sosiégame

salvo escribir de ella y otras mujeres
silenciosas y de dudosa reputación.

Nuestro silencio es absoluto
no más cartas diariamente
no más llamadas largas
no más mensajero.

y no hay sacerdote para lo nuestro
 y me pregunto en estos instantes
 ¿Cuánto tiempo dudará la distancia?
 A lo mejor toda la vida no nos veremos
 y lo mejor de los dos empezó
 cuando nos separamos con un abrazo
 a velorio : velábamos nuestra separación.

 Ya no sé cuánto sin ella duraré...
Pero alguien podría decirme a mí
 ¿Quién es ella?

Como Nicolás Guillen contestó
a unos versos de Gustavo Adolfo
Y la verdad  que estoy
en "diálogos con los muertos"
con Luciano de Somosata y por ello no sé ya
quién es ella. Quince años no nos vemos….


CUANDO OIGO  DEL ZAGAL SUS YARAVÍES

Cuando oigo del zagal sus yaravíes
recuerdo a Danilo, mi hermano menor,
una noche como ésta, empedrada
de lupanares y embestida de placidez
se marchó silencioso
como todos los niños
que visten el uniforme voluntario.
Cuando oigo del zagal sus yaravíes
me vuelvo un gayo bibrón
y  río como mi hermano menor
y  percibo Jauja y a él con nosotros.
Cuando oigo del zorzal sus yaravíes
esta noche nuestra, hermana,
lloro y soy como Danilo, mi hermano menor…
pero sólo tú, compañera, me comprendes…
También yo te he visto triste
con el dulce llanto de los niños
una noche como ésta, empedrada
de lupanares y embestida de placidez…


HABLAR DE TI

Hablar de ti
es transformar el invierno en primavera
es recordar los regulares buenos días,
las contadas  buenas tardes o las inenarrables
malas noches de mi azarosa vida.
Hablar de ti
es contemplar anonadado la bahía de Paracas
en noviembre - diciembre, es amar   
lo más fatuo de los Diccionarios:
Las académicas.
Hablar de ti
es sentirme Gerardo – Gaviota
para anidarme a tu aro de mujer.
Hablar de ti
es vivir en una arboleda rodeada de Gardenias
Aromas y Amapolas donde te rezo mi Rosario
con un sin número de ancianos
monjas y niños huérfanos
para que los bendigas con tu sonrisa.
Hablar de ti
es atesorar los dos polos equidistantes
de la vida.

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