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“AMAZONAS”
Al
servicio de la cultura
“JUEVES
DE POESÍA Y NARRATIVA”
9
de noviembre 2017 - 5,30 pm.
RECITAL DE POESÍA
Ofrecido
por los (as) poetas : Liliana Miranda, Carmen Navarra, Jorge Aliaga Cacho,
Arturo Bolívar Barreto.
LILIANA MIRANDA
(Lima, Perú, 1955)
Poeta,
fotógrafa y atleta. Escribe también cuentos para niños y crónicas de viaje. Ha
publicado dos poemarios: Aligerando mi paso (2005)
y Piel
de Setiembre (2012),
ambos con imágenes de la autora. Como atleta máster obtuvo 75 medallas en las
pruebas de 100-200 mts. y salto largo. Es parte de Monólogos Femeninos Perú con
el personaje de Lola Flores. Ha participado en el V Encuentro de Poetas del
Mundo de Cuba (2016) y en el I Encuentro de Escritores de Cartagena (2017).
Y todavía creo
Con zancos
voy sorteando
la suerte
y la lotería hacia el paradero
del bus fantasma
Creo adivinar su sonrisa
en el polarizado
Si
alguna
vez
existió
o es una sombra
de un plano mayor
quizá una estrella fugaz
arraigada
en mis años
jugando
a las escondidas
Expuesta
Perdida y desarticulada
desparramaste tus nalgas en las losetas
Apoyaste tu columna
en su fría contraparte
Tus piernas se estiraron en acto reflejo
la ropa te podría traicionar
Tu mundo habitual se nubló
Viste pasar la vida que no imaginabas
Seguiste los ojos que conectaron
Tu mano estirada habló con naturalidad
Seis ojos bondadosos
relajaron sus cuerpos en el pavimento
La fibra central de tu médula hizo corto circuito
La imagen
dicen
Vale más que todas las palabras
Tres amigos en ciernes
La imagen de la Imagen
intentaron calmar tu hambre
abordaron tu soledad
Flotabas en la irrealidad real
Experiencia que circula
como sangre renovada en tus venas
Privilegio
La música se filtra
entre la luz
de tu música y sus misterios
Tus finos dedos
y el teclado
en comunión de talentos
La habitación privilegiada
se inundó de ti
Me abarca
me traspasa
y me conmueve
Central Park
Ruta de adoquines y cemento
cada uno
corre a ocupar su asiento
Tulipanes jugando a la ronda
a los pies de viejos árboles
Flores blancas
atiborran las ramas ansiosas
Tus pupilas se dilatan perplejas
-ante tanta hermosura-
Y volviste al tercer día
Miguel Ángel estuvo ahí
Sinfonía en tonos rosa
cantando la primavera
Con zancos
voy sorteando
la suerte
y la lotería hacia el paradero
del bus fantasma
Creo adivinar su sonrisa
en el polarizado
Si
alguna
vez
existió
o es una sombra
de un plano mayor
quizá una estrella fugaz
arraigada
en mis años
jugando
a las escondidas
Expuesta
Perdida y desarticulada
desparramaste tus nalgas en las losetas
Apoyaste tu columna
en su fría contraparte
Tus piernas se estiraron en acto reflejo
la ropa te podría traicionar
Tu mundo habitual se nubló
Viste pasar la vida que no imaginabas
Seguiste los ojos que conectaron
Tu mano estirada habló con naturalidad
Seis ojos bondadosos
relajaron sus cuerpos en el pavimento
La fibra central de tu médula hizo corto circuito
La imagen
dicen
Vale más que todas las palabras
Tres amigos en ciernes
La imagen de la Imagen
intentaron calmar tu hambre
abordaron tu soledad
Flotabas en la irrealidad real
Experiencia que circula
como sangre renovada en tus venas
Privilegio
La música se filtra
entre la luz
de tu música y sus misterios
Tus finos dedos
y el teclado
en comunión de talentos
La habitación privilegiada
se inundó de ti
Me abarca
me traspasa
y me conmueve
Central Park
Ruta de adoquines y cemento
cada uno
corre a ocupar su asiento
Tulipanes jugando a la ronda
a los pies de viejos árboles
Flores blancas
atiborran las ramas ansiosas
Tus pupilas se dilatan perplejas
-ante tanta hermosura-
Y volviste al tercer día
Miguel Ángel estuvo ahí
Sinfonía en tonos rosa
cantando la primavera
*CARMEN NAVARRA
*JORGE ALIAGA CACHO
-
1951, Lima, Perú
-
Reino Unido
-
Sociólogo, Educador, Escritor
Premio
Carnegie,
Escocia.
Medalla
de la Ciudad de Huamanga, Perú.
Medalla
de la Sociedad de Poetas de la Región Lima Norte, Perú.
Medalla
de ls Ciudad de Huaura.
Visitante
Ilustre de la Ciudad de Ica, Perú, (por Resolución de Alcaldía).
Distinción
Trilce de Oro. Otorgado por la gobernación de la provincia de Santiago de
Chuco, La Libertad,
Perú.
Bibliografía:
Ha
escrito La Casa de la Magdalena (1977), una historia de la casa de
Simón Bolívar en el Perú;Essays of Resistance (1991), tres ensayos sobre
Latinoamérica, y Terrorism in Perú (1995), un relato de la guerra
entre el gobierno del Perú y la organización insurgente Sendero Luminoso.
Asimismo,
ha traducido el ensayo El destino de Norte América, de José Carlos
Mariátegui, al inglés: The destiny of North America.
Secreto
de desamor (2008), novela. Mufida, La angolesa (2011), libro de
cuentos. Cuando los caminos se juntan, (2013),´muestra de cuento peruano, Todas
las voces, (2013), antología poética,Tendiendo puentes, (2013), muestra de
cuento peruano.
Piruetas
Ayer mi pena fue alegre
porque se cansó de triste
y tú la animaste, ...... ¿Sabes?
Cuando tus manos tomaron las mías
mientras el viento de nosotros hacía
piruetas de alegría.
Tú estabas de azul plomo
como tus ojos,
como mis días,
como los besos que enjuagaste en mi boca,
y que la noche se llevó en su vacío.
Ayer mi pena fue alegre
porque se cansó de triste.
Tu Boca
Tu boca no fue suficiente.
Las cosas que con ella prometiste,
Juraste, callaste, dijiste.
Tu boca no fue suficiente.
No, no fue suficiente tu boca.
Y mi amor angustiado dejó.
el placer que con ella me diste.
Rompí el embrujo de tus labios rojos
duchos en placeres, libidinosos,
lácteos.
Ahora te ahogas en mares de un día,
tu lengua ansía encontrar
la serena laguna que tuviste,
donde anclabas tu cuerpo
para limpiar los besos
que a extraños diste.
Tu boca.
Tu boca y tú:
no pueden creer
que me perdiste.
Tsvetnoy Boulevard
Regresaste a su playa
para pagar la cuenta,
marco de angustia,
tus pupilas, tus ojos.
Supiste dominar el ocaso
con tu estampa.
Retrocediste el tiempo
para arrullarte en sus ojos
y el tiempo no pudo borrarlo
de tu recuerdo.
Lo abrazas y llorar no puedes,
hasta llanto falta cuando el tiempo
nos quita todo.
De tu vida le entregaste la última llama
como pidiendo perdón,
llorando, llorando, sin lágrimas
como una loca, llorando.
Sacudo el tiempo
Sacudo el Tiempo,
tiro la chaqueta,
como diciendo basta de apremios.
Sobre la cama
separo las penas que no deben viajar
a tu encuentro.
Anhelo tu pelo, tu recuerdo.
Me inclino a la memoria
de tu cuerpo,
porque repetirte quiero.
Detener el por venir
un ratito.
Abrazarme a antiguo sueño.
Te quieros de entonces
piel trajinada de lunes,
que mis caricias esperan.
Cruzaremos tu plaza
Tomados de la mano,
cazando memorias empujadas por el viento.
La heridas del alma no sanan,
tú sabes,
Tal vez éste sea nuestro último encuentro.
Si vas a Venecia
Si vas a Venecia
la gòndola espera
fulgor de recuerdos
de nuestra era.
Palomas,
barrio judìo,
ghettos,
San Marco
y el vino lleno de estrellas.
Si vas a Venecia
el acordeonista
iluminarà tus ojos sajones,
tu esbelta figura,
tu por favor
`toque la cumparsita'.
Tus ojos
lloveràn estrellitas,
recordaràs aquellas caminatas
haciendo el amor con las manos,
el spaghetti de los dioses
el pan de ajo y una quimera.
Si vas a Venecia el dìa que muera
prometo esperarte en la misma mesa,
frente a San Marco,
para enjuagar el beso que tus labios esperan.
Te lo prometo,
no morirè el dìa que muera,
pero ese dìa te matarè
para que me acompañes al cielo.
allì donde solo llegan las estrellas.
Como viento al alma
Entraste como viento al alma,
remolino,
para acariciar mis penas,
botitas irlandesas repiqueteando,
mi corazón enfermo.
Cuánto puede durar un vendaval.
Inesperado.
Sorpresivo.
Mirada negra de luz blanca y negra,
figura etérea,
cabellera africana, sonajitas.
Volviste.
¡Oh hebdomadaria espera!
El profesor espera,
Llegaste, viento sonriendo,
sentose en esa aula de dolor,
pena y defunción.
¡Pongan sus diccionarios sobre los pupitres!
Hoy vamos a conjugar el verbo SER:
Soy
Eres
Es
Somos.
¿Qué soy corazón?
Dímelo tú, viento.
Tus manitas se agitaban.
Diccionario, páginas, felices,
y mi corazón lloraba tu alegría.
Volaste, a una de tus estrellas,
mi alma quedó con el recuerdo,
botitas marrones,
canillitas abrazadas,
sujetadas por pasadores gastados,
como mi espera.
Desde ese día busqué el céfiro,
susurro de tu brisa.
Huracán de tu boca que nunca
arrasó mi boca.
Quiso Dios un día,
que mi pena se convirtiera en tifón,
busqué,
te encontré,
lluvias,
nos unimos en trueno,
lloramos,
y juntos volamos suertes de alegrías y desgarros.
¡Ay de mí, corazón!
Ayer mi pena fue alegre
porque se cansó de triste
y tú la animaste, ...... ¿Sabes?
Cuando tus manos tomaron las mías
mientras el viento de nosotros hacía
piruetas de alegría.
Tú estabas de azul plomo
como tus ojos,
como mis días,
como los besos que enjuagaste en mi boca,
y que la noche se llevó en su vacío.
Ayer mi pena fue alegre
porque se cansó de triste.
Tu Boca
Tu boca no fue suficiente.
Las cosas que con ella prometiste,
Juraste, callaste, dijiste.
Tu boca no fue suficiente.
No, no fue suficiente tu boca.
Y mi amor angustiado dejó.
el placer que con ella me diste.
Rompí el embrujo de tus labios rojos
duchos en placeres, libidinosos,
lácteos.
Ahora te ahogas en mares de un día,
tu lengua ansía encontrar
la serena laguna que tuviste,
donde anclabas tu cuerpo
para limpiar los besos
que a extraños diste.
Tu boca.
Tu boca y tú:
no pueden creer
que me perdiste.
Tsvetnoy Boulevard
Regresaste a su playa
para pagar la cuenta,
marco de angustia,
tus pupilas, tus ojos.
Supiste dominar el ocaso
con tu estampa.
Retrocediste el tiempo
para arrullarte en sus ojos
y el tiempo no pudo borrarlo
de tu recuerdo.
Lo abrazas y llorar no puedes,
hasta llanto falta cuando el tiempo
nos quita todo.
De tu vida le entregaste la última llama
como pidiendo perdón,
llorando, llorando, sin lágrimas
como una loca, llorando.
Sacudo el tiempo
Sacudo el Tiempo,
tiro la chaqueta,
como diciendo basta de apremios.
Sobre la cama
separo las penas que no deben viajar
a tu encuentro.
Anhelo tu pelo, tu recuerdo.
Me inclino a la memoria
de tu cuerpo,
porque repetirte quiero.
Detener el por venir
un ratito.
Abrazarme a antiguo sueño.
Te quieros de entonces
piel trajinada de lunes,
que mis caricias esperan.
Cruzaremos tu plaza
Tomados de la mano,
cazando memorias empujadas por el viento.
La heridas del alma no sanan,
tú sabes,
Tal vez éste sea nuestro último encuentro.
Si vas a Venecia
Si vas a Venecia
la gòndola espera
fulgor de recuerdos
de nuestra era.
Palomas,
barrio judìo,
ghettos,
San Marco
y el vino lleno de estrellas.
Si vas a Venecia
el acordeonista
iluminarà tus ojos sajones,
tu esbelta figura,
tu por favor
`toque la cumparsita'.
Tus ojos
lloveràn estrellitas,
recordaràs aquellas caminatas
haciendo el amor con las manos,
el spaghetti de los dioses
el pan de ajo y una quimera.
Si vas a Venecia el dìa que muera
prometo esperarte en la misma mesa,
frente a San Marco,
para enjuagar el beso que tus labios esperan.
Te lo prometo,
no morirè el dìa que muera,
pero ese dìa te matarè
para que me acompañes al cielo.
allì donde solo llegan las estrellas.
Como viento al alma
Entraste como viento al alma,
remolino,
para acariciar mis penas,
botitas irlandesas repiqueteando,
mi corazón enfermo.
Cuánto puede durar un vendaval.
Inesperado.
Sorpresivo.
Mirada negra de luz blanca y negra,
figura etérea,
cabellera africana, sonajitas.
Volviste.
¡Oh hebdomadaria espera!
El profesor espera,
Llegaste, viento sonriendo,
sentose en esa aula de dolor,
pena y defunción.
¡Pongan sus diccionarios sobre los pupitres!
Hoy vamos a conjugar el verbo SER:
Soy
Eres
Es
Somos.
¿Qué soy corazón?
Dímelo tú, viento.
Tus manitas se agitaban.
Diccionario, páginas, felices,
y mi corazón lloraba tu alegría.
Volaste, a una de tus estrellas,
mi alma quedó con el recuerdo,
botitas marrones,
canillitas abrazadas,
sujetadas por pasadores gastados,
como mi espera.
Desde ese día busqué el céfiro,
susurro de tu brisa.
Huracán de tu boca que nunca
arrasó mi boca.
Quiso Dios un día,
que mi pena se convirtiera en tifón,
busqué,
te encontré,
lluvias,
nos unimos en trueno,
lloramos,
y juntos volamos suertes de alegrías y desgarros.
¡Ay de mí, corazón!
*ARTURO BOLÍVAR
BARRETO
Lima,
1953. Narrador, poeta, ensayista. Es egresado en sociología de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Así mismo hizo estudios en Educación y fue
maestro de escuela durante muchos años.
Ha publicado Historia singular del profesor Rivasplata y otros cuentos, 1997; el relatoGotita (Premio en el concurso “Horacio” 2001 de la Derrama Magisterial). Igualmente el libro de poemas Creciente hora nuestra, 2010; una edición del ensayo Balance de las políticas culturales de Fujimori a García, 2011. Así como el libro Calidad literaria y compromiso social, 2012. Ha divulgado en diversas revistas convencionales y digitales un conjunto diverso de artículos; así como breves ensayos: “La literatura de Mario Vargas Llosa en el diván”, “¿Quiénes son los dinosaurios? La nostalgia del intelectual de élite”, “El fin de la literatura o gérmenes de una nueva era democrático cultural”, etc.
Realiza
además una actividad permanente vinculada a la defensa de los intereses populares
en lo político, cultural, social.
La mugre resplandece en vuestro lado
La mugre resplandece en vuestro lado
Pues anhelan vivir cual sus ancestros
Pisoteando a nuestros padres tierra adentro
Viejas zorras oligarcas
Que creen que está intacto
Sus salidos almohadones, su lisura y privilegios
En pleno siglo de las erupciones.
Una, la lingüista,
Acunada de membretes y academia
De galáctica soberbia
Como la falsedad de su agudeza.
De ideas fijas, estafadora con la forma,
A quien rinde pleitesía la pléyade
De simuladores y arribistas
El mundillo oficial la aplaude satisfecho
Y la prensa ya se sabe inclinada vive
Para todo lo que se pone a la sombra del poder.
Servicial lacaya indigna señorona
Acomodaticia y fácil comadrona
No vales ni el cobre que gana la muchacha
Que te sirve y a quien miras para abajo.
Y la otra Martha de aguda felonía.
Y esta otra la de lengua viperina
La que amenaza deslenguada
Y pisotea sin ambages lo más limpio
La que ampara asesinos oficiales
Y adorna el estiércol
Y convierte lo horrendo
En pasable pasta para que la trague el pueblo
Y son amablemente invitadas
En las cortesanas cámaras de televisión
Y miradas con miradas mansas, e intocadas
Por los bufones que gobiernan
Y por el bufón mayor que sí se envalentona
Con los que resisten con su solo pulso
Y no viven hincados en los abrevaderos del cetro.
(De Creciente hora nuestra, 2010)
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