NUBE.
Reducí muchos vestigios que hubiera valido la pena que me
enferme de una costumbre.
Derrumbé muchas ciudades con mis ojos hospitalarios y meditabundos;
la arquitectura de un albergue hubiera sido fantástico en mi costado.
Soy un constante error en la sonrisa de un niño de mi casa.
Pero, porque estuve ahí lo hago... lo seguiré haciendo porque no tengo otra salida.
A veces pienso mucho en el hombre, en su desnudes, en su inteligencia,
en sus ganas de ser único, de ser todo, de ser nada.
A veces pienso que soy muy bueno para las cosas que no sé hacer muy bien.
Y todos nos reímos para quedar bien con todos,
todos lloramos para quedar bien con todos.
!Oh, civilización!
¿Y tú? ¿Y nosotros? ¿Y yo?
No nos hagamos que queremos oír lo que ya sabemos.
Y se ausenta un bien grotesco cuando estoy magnífico.
¡Qué nefasto!
Pero seré malvado.
Es más: ¡me vengaré!
Y luego dormiré en una nube como si nada hubiera pasado en mí.
Derrumbé muchas ciudades con mis ojos hospitalarios y meditabundos;
la arquitectura de un albergue hubiera sido fantástico en mi costado.
Soy un constante error en la sonrisa de un niño de mi casa.
Pero, porque estuve ahí lo hago... lo seguiré haciendo porque no tengo otra salida.
A veces pienso mucho en el hombre, en su desnudes, en su inteligencia,
en sus ganas de ser único, de ser todo, de ser nada.
A veces pienso que soy muy bueno para las cosas que no sé hacer muy bien.
Y todos nos reímos para quedar bien con todos,
todos lloramos para quedar bien con todos.
!Oh, civilización!
¿Y tú? ¿Y nosotros? ¿Y yo?
No nos hagamos que queremos oír lo que ya sabemos.
Y se ausenta un bien grotesco cuando estoy magnífico.
¡Qué nefasto!
Pero seré malvado.
Es más: ¡me vengaré!
Y luego dormiré en una nube como si nada hubiera pasado en mí.
(Javier Paredes)
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