Escritor Isaac Soto Gamarra
LA HERENCIA
Don Toribio, o simplemente Don Tory, es un hombre que brotó de las entrañas
de la tierra como sus árboles frutales y solo espera volver ahora con sus casi
noventa años a esas mismas entrañas de
donde emergió.
Su avanzada edad, ya no le permite
soñar más con el futuro .Como manifiesta,
ya está cansado de vivir y quiere perderse al más allá con su Raidita ,la mujer de toda su vida como
aquel día cuando se fueron a hurtadillas de la hacienda , a fin de no seguir
sufriendo el abuso del patrón.
Desde su tierna edad empezó a
trabajar duramente en el campo, hasta que un día se dio cuenta que esas
tierras no le pertenecían .Eran del gamonal usurpador que a
muchos como él, les hacía laborar a punta de latigazos desde la alborada hasta
la salida de la luna.
Una mañana antes de que la aurora
brille en el cielo y aprovechando que la gente de la hacienda dormía
plácidamente. Don Tory agarrando la mano
tierna de una niña se fugó.
Hasta ahora las malas lenguas comentan que Don Tory, raptó a la niña y que robando
dinero del patrón , se escapó .Los perros de caza y muchos hombres armados al
mando del gamonal , los buscaron durante muchos días sin hallarlos..
Al cabo de más de veinte años toda la
hacienda se enteró , de la hazaña de
Toribio, este se había internado en las altas montañas, tupidas de
vegetación , en aquellos tiempos llenos de peligro . Para entonces Don Tory ya
poseía abundantes tierras fértiles llenas de plantaciones. Igualmente la
fertilidad de su mujer (aquella niña ) ya había alcanzado una numerosa prole de
doce hijos, entre varones y mujeres.
Ahora, cuenta Don Tory, que todo no
fue fácil y recuerda que para poseer
estas exuberantes tierras y estos fuertes y vigorosos hijos , tuvo que esperar
pacientemente muchos años. Primero limpiando el campo de las alimañas
abriéndose campo a machetazos y luego cavando los surcos hasta casi desfallecer para después echar las semillas. Asi mismo su espera fue
más prudente y calmada para que la niña
con la que se escapó y con quien ya tenía un amor en silencio pactado, tuviera
que cumplir los quince años para que le diera los frutos de sus entrañas.Una
docena de hijos primero una niña, luego un varon y así en forma alternada hasta
completar los doce hijos .
Tanto Don Tory como su pareja no
saben leer ni escribir, pero saben descifrar
los mensajes de la naturaleza, ellos leen las estrellas para saber cuándo es el momento de sembrar la tierra.
Don Tory no necesita ir donde un
notario para firmar su testamento dejando en orden sus bienes. Su riqueza tiene un valor incalculable, que no se puede
cuantificar con dinero. Tampoco se puede medir ni pesar, menos aún irán a la
pantalla de la bolsa de valores para que
los usureros banqueros trafiquen con su riqueza. Son tan valiosos que
asegurarán la vida de sus hijos, de sus nietos y de los hijos de estos. Y si el mundo no se acaba seguirán
satisfaciendo las necesidades de las futuras generaciones de su árbol genealógico,
El es el tronco fuerte y macizo que nunca se
tumbará.
Así ya
lo tiene todo dispuesto previa concertación
y deliberación con su pareja.
Los árboles de palto que cada año brindan sus abundantes frutos, serán para la hija mayor Iraida, estas crecieron con su mirada y tienen
su misma edad. Los frutos de los árboles
de mango lo heredará Machi, la última hija que
salió del vientre de Raidita. Los dulces naranjales serán para su hijo
Huacho,con ellos espera que la vida le sea dulce . Los manzanales serán para su
Juancho que aún permanece soltero y espera que
con la reyna de las frutas atraiga una pareja.
Así sucesivamente los doce hijos que Don Tory hizo con amor en las entrañas de Raidita su única mujer, tendrán su herencia , cada uno
recibirá en forma equitativa, árboles
frutales , que la madre tierra pródiga
por esos lares, brinda a sus hijos cuando los trabajan , como lo hizo Don
Toribio, o simplemente Don Tory.
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